martes, 27 de octubre de 2009

El impuesto de sucesiones entra en campaña

Mientras la sociedad civil se moviliza en contra del impuesto de sucesiones, PSC e ICV recurre al maniqueismo reduciendo la cuestión en un debate entre la derecha y la izquierda, donde CiU y PP se muestran a favor de eliminar la tasa. La cuestión de este «peaje de la muerte», tal como reza el eslogan de una campaña impulsada por la asociación Asociación para la Reforma del Impuesto de Sucesiones en Cataluña y que desde lucen algunos autobuses de Barcelona, ha reaparecido en los escenarios políticos de la mano de ERC, que la semana pasada presentó un documento técnico para modificar el tributo de manera que el 85% de los contribuyentes, correspondientes a los patrimonios medianos y pequeños, queden exentos de pago.
La iniciativa republicana, según CiU y PP, tiene aromas preelectorales, pues se da la circunstancia de que, hace varias semanas, el tripartito votó en el Parlament una resolución en la que expresaban su predisposición a analizar la cuestión, pero sin comprometerse a reducir el impuesto, tal como quiere el PSC, o a eliminarlo, como defienden nacionalistas y populares.
El caso es que ERC, con intención quizá de marcar perfil, ha propuesto a CiU un frente común para sacar adelante la reforma del impuesto, pero los nacionalistas no las tienen todas consigo, sobre todo porque la formación independentista ha tenido tres oportunidades de votar junto a la federación la modificación en la Cámara catalana.
El Govern decidirá
Pero es que, además, los republicanos añadieron una coletilla a su proposición que huele a mercadeo, consistente en hacer extensiva la colaboración CiU-ERC a la futura ley catalana del cine, esa que establece cuotas lingüísticas so pena de multa.
A todo esto, el presidente de la Generalitat, José Montilla, se limita a decir que será el Govern el que decida el futuro de un impuesto, que los socialistas se resisten a reducir en plena crisis económica. El PSC asegura estar muy tranquilo ante una posible pinza CiU-ERC, convencido quizá de que, a la hora de la verdad, Montilla meterá en cintura de nuevo a los republicanos. Mientras, ICV sigue hablando de ricos y pobres para buscar a los supuestos beneficiarios de esa reforma.
De momento y a diferencia de otras comunidades, morir en Cataluña seguirá siendo caro.

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